La economía española, que no ha sufrido una recesión desde el año 1993, entrará el próximo año en una contracción del 0,2%, según ha pronosticado el Fondo Monetario Internacional (FMI). El dato, dentro en el informe semestral de las "Perspectivas Económicas Mundiales", difiere de la previsión oficial del Gobierno, que contempla para el año próximo un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1%, según figura en el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2009.
Hace solo tres meses, cuando no había estallado con intensidad la crisis financiera internacional, el Fondo había pronosticado que la riqueza española registraría el próximo ejercicio un aumento del 1,2%. Ahora la previsión es mucho más negra. España, junto con Italia, que también caerá un 0,2%, e Irlanda, con el 0,6%, serán los únicos países de la zona euro que sufrirán crecimientos negativos el próximo año, según el informe.
A ellos se unen otros países europeos ajenos al euro, como el Reino Unido, que también entrará en recesión en el 2009, con una caída del 0,1%. El conjunto de la zona euro registrará un crecimiento del 0,2%, según el último informe del FMI, que ha realizado una fuerte corrección a la baja frente al 1,2% que había pronosticado el pasado mes de julio.
El paro se disparará al 14,7%
España no se veía en una situación recesiva desde el año 1993, cuando el conjunto de la economía sufrió un retroceso del 1,3%. Para el cierre del 2008, el organismo internacional cree que la economía española crecerá en su conjunto en un 1,4%, dos décimas por debajo de la previsión oficial del Gobierno. El informe del FMI también calcula para España una inflación del 4,5% para el 2008 y del 2,6% para el 2009, mientras que el desempleo alcanzará el 11,2% este año y el 14,7% el próximo.
El Fondo atribuye el debilitamiento económico europeo al "estrés financiero" que viven los mercados internacionales, y que ha provocado un "estancamiento" del crecimiento en Europa, así como a las presiones inflacionarias, provocadas por los precios del petróleo y de los alimentos. Otro factor que afecta a países como España, Irlanda y el Reino Unido, donde las hipotecas están referenciadas a tipos variables, es la crisis inmobiliaria, que está provocando un aumento en la carga de la deuda familias y de las empresas del sector.
Pese a esto, el Fondo estima que estos países son menos "vulnerables" a la crisis inmobiliaria que EEUU, gracias a que los ahorros de las familias son mayores, su endeudamiento es menor, y la banca ha concedido créditos con criterios más conservadores.
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