La recesión en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se prolongará hasta mediados de 2009 y esta situación sin precedentes desde hace casi treinta años se extenderá hasta la segunda mitad de 2010.
Este es el principal diagnóstico del informe semestral de perspectivas publicado hoy por la OCDE, que augura una reducción de su Producto Interior Bruto (PIB) del 0,4%, una décima peor de lo que calculaba hace sólo doce días, debido a un previsible deterioro en la zona del euro.
Los 30 estados miembros del "Club de los países desarrollados" entraron en recesión en el tercer trimestre de 2008, con una caída de su PIB del 0,2%, que se agravará en el trimestre actual hasta el -1,4%, y continuará en los dos siguientes (-0,8% y -0,2%).
En España, el hundimiento del mercado de la vivienda va a marcar el periodo de recesión, según la OCDE, que espera una caída del Producto Interior Bruto del 0,9% el año próximo y un ascenso limitado al 0,8% en 2010.
Estas cifras, como la del crecimiento de sólo el 1,3% este año, hacen que la OCDE insista en que España tiene que esforzarse en hacer más competitivos sus mercados de productos y servicios para incrementar su productividad.
En el conjunto de la OCDE, la organización estima que aunque el crecimiento será ligeramente positivo en la segunda mitad de 2009 (0,5% en el tercer trimestre y 1,1% en el cuarto), la producción en ese semestre seguirá siendo inferior al del mismo periodo del actual ejercicio.
Para la recuperación habrá que esperar a 2010, cuando se espera una progresión de la actividad del 1,5%, según la organización.
Los autores del estudio advierten de que la crisis será particularmente pronunciada en una serie de países muy expuestos al brusco cambio de tendencia del mercado inmobiliario, como España, Irlanda, el Reino Unido o Estados Unidos, o a la tormenta financiera, como Hungría y Turquía.
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